Escrito con honradez y sin temor a la crítica malsana, nos da testimonio de los mensajes de alivio que traen los seres queridos que se nos adelantan en el camino, es decir, que mueren antes que nosotros y una prueba irrefutable de la existencia de vida después de la vida o de la existencia del cielo.
Gerardo nos expresa dulia (admiración) por los maestros del budismo y que nosotros los católicos la tenemos por santos; la hiperdulía (una gran admiración por María, la madre de Jesús y madre nuestra);y que reservamos Latría para Dios, uno y trino explicado por San Patricio a los irlandeses por un trébol.
Las coincidencias que nos habla Toussaint son en realidad diosidencias o cuando menos causalidades.
¿Cuánto tiene que vivir un padre, una madre, una familia? para poder elaborar un duelo y poder decir: "tu presencia espiritual que nos dejaste, La presencia de tu ausencia". Que ha dado la certeza de que finalmente, el sentimiento del accidente tiene sentido en el plan universal de Dios, aunque pa-
ra ello haya que dejar el plano terreno y mirar con visión de Eternidad.
El libro confirma que la familia es un sistema y todo lo que le pase a cualquier miembro del sistema repercute en todos y cada uno de ellos, aunque de manera diferente, y que la pérdida hace que las personas nos concienticemos de lo efímero de la vida. Y de la importancia vital de la familia, que es lo más importante, para bien o para mal,de los seres humanos.Que podemos tener una casa o construir un hogar, y de ello va a depender mucho nuestra felicidad y la de los nuestros.
Y concluyo como empecé:
ES PREFERIBLE AMAR Y PERDER
A NUNCA HABER AMADO
"Lord Tennyson"
Tanatólogo José Manuel Manzano.